Uno de cada cinco sobrevivientes adultos de COVID-19 presenta una condición de salud que puede estar relacionada con el virus

Stethoscope and wooden blocks with wording "LONG COVID"

Un informe reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) muestra que las personas que sobreviven al COVID-19 tienen muchas más probabilidades de presentar ciertas complicaciones de salud que aquellas que no mostraron evidencia de haber tenido COVID-19. Estos tipos de complicaciones persistentes en la salud vinculadas a una infección por COVID-19 se conocen comúnmente como COVID prolongado.

El COVID-19 es una enfermedad nueva, y todavía estamos aprendiendo cuáles son sus consecuencias a largo plazo. Este análisis destaca la importancia de practicar medidas preventivas, como vacunarse y reforzarse y usar un cubrebocas que se ajuste bien en lugares cerrados con mucha gente. Además, es importante, especialmente para las personas mayores de 65 años, cuidar los síntomas posteriores a haber tenido COVID-19 y buscar atención médica rutinaria después de haber tenido la infección. El estudio de los CDC incluyó datos de 2 millones de participantes mayores de 18 años: 353,165 pacientes que habían sido infectados con COVID-19 y 1,640,776 personas (grupo de control) que nunca habían sido diagnosticadas con COVID-19. Los investigadores buscaron específicamente patrones de 26 condiciones, incluidas complicaciones relacionadas con el sistema cardiovascular, neurológico, endocrino, gastrointestinal y otros.

Algunos de los hallazgos clave del estudio fueron:

  • Uno de cada cinco sobrevivientes de COVID-19 de 18 a 64 años experimentó al menos una complicación de salud que puede ser resultado de COVID-19.
  • Uno de cada cuatro sobrevivientes de COVID-19 de 65 años o más experimentó al menos una complicación de salud que puede ser resultado de COVID-19.
  • Los sobrevivientes de COVID-19 de 65 años o más tenían un mayor riesgo de padecer las 26 afecciones en comparación con el grupo de control.
  • Los sobrevivientes de COVID-19 de 18 a 64 años tenían un mayor riesgo de padecer 22 de 26 afecciones en comparación con el grupo de control.
  • Los sobrevivientes de COVID-19 en ambos grupos de edad tenían el doble de riesgo de desarrollar una afección respiratoria o una embolia pulmonar (un coágulo de sangre que viaja al pulmón).
  • Los síntomas respiratorios y el dolor musculoesquelético (dolor articular y muscular) fueron las dos condiciones más comunes en ambos grupos de edad.

Los hallazgos son consistentes con otros grandes estudios que indican que entre el 20 y el 30 % de los pacientes experimentan complicaciones de salud después de la infección por COVID-19, según los CDC. En un artículo reciente, destacamos estudios a gran escala de veteranos de los Estados Unidos que encontraron posibles vínculos entre la infección por COVID-19 y la diabetes, las enfermedades cardiovasculares y los accidentes cerebrovasculares.

Se está reuniendo evidencia de que el impacto en la salud a largo plazo después de haber estado infectado con COVID-19 será significativo. La prevención sigue siendo la mejor manera de evitar resultados negativos.

Las vacunas y un cubrebocas bien ajustado reducen la propagación de COVID-19. Si bien, la vacunación reduce la gravedad de la enfermedad por COVID-19, aún no se sabe cuánto reduce la probabilidad de consecuencias para la salud a largo plazo.

La variante Ómicron de COVID-19 es increíblemente contagiosa y continuará infectando a un gran número de personas, incluso cuando se toman precauciones. Si ha sido infectado con COVID-19 o pueda estarlo en el futuro, es importante monitorear cualquier cambio en su salud y buscar atención rutinaria para diagnosticar cualquier complicación de salud a tiempo.

Si tiene alguna duda o inquietud, comuníquese con su proveedor de atención médica. Si no tiene uno, llame al 211.