El día de ayer, en rueda de prensa, el oficial de salud y epidemiólogo estatal del Oregon Health Authority, Dean Sidelinger, así como Colt Gill, director del Departamento de Educación de Oregon (ODE, por sus siglas en inglés), dieron algunos detalles sobre la nueva fase del plan de contención de la pandemia de COVID-19 en Oregon.
Sidelinger recordó que, si bien, “lo peor del aumento actual ya pasó, el COVID-19 aún existe y continuará causando enfermedades, incluso mientras hacemos la transición a una fase posterior a la pandemia”.
Retomando la conversación con los medios del lunes, recalcó que aún se están viendo casos diarios significativamente más bajos, y las hospitalizaciones están cayendo abruptamente a niveles anteriores a Ómicron, además de que los porcentajes de casos positivos ha disminuido drásticamente.
“Después del 11 de marzo, la necesidad de usar cubrebocas y usar otras protecciones no desaparecerá por arte de magia. Todavía debemos ser precavidos y usar el sentido común”, dijo el epidemiólogo, además de insistir en la recomendación de OHA de la vacunación para todas las personas elegibles.
Sidelinger dijo que los habitantes de Oregon pueden optar por seguir usando cubrebocas, en especial quienes no estén vacunados, así como las personas inmunocomprometidas, o en mayor riesgo de complicaciones, mayores de 65 años o más, así como quienes viven con personas en alguna de estas categorías, y recalcó que todos debemos tener paciencia, comprensión y apoyo para la decisión de cada persona.
Sin embargo, señaló que lo que cambiará son algunas de las prácticas de salud pública que empleamos anteriormente en la pandemia. “Ahora tenemos una proporción significativa de la población con inmunidad adquirida por vacunación o infección, y dada la rapidez con la que ocurre la transmisión y la cantidad de personas que no tienen síntomas, o son muy leves, y que no acuden a tiempo a la atención de salud pública, las herramientas como el seguimiento de casos y el rastreo de contactos ya no son tan efectivas”.
De esta manera, se dio a conocer que una vez que se eliminen los requisitos del uso de cubrebocas, se pausará el rastreo de contactos y la cuarentena para la población en general, incluidas las escuelas K-12 y las guarderías.
OHA ya había dejado de realizar la investigación universal de casos y el rastreo de contactos para el público en general, en alineación con la nueva guía de los CDC, sin embargo, se seguirá recomendando el rastreo de contactos y la cuarentena para lugares de congregación de alto riesgo, como sitios de atención médica, cárceles y prisiones, y refugios.
Por su parte, Colt Gill dio a conocer que debido a que ya no se requerirá la cuarentena en las escuelas, independientemente del estado de vacunación, la prueba para permanecer en el aula pasará de una forma de cuarentena modificada a una prueba de exposición mejorada para aquellos con mayor riesgo.
Gill dijo que “hacer pruebas a todos los individuos expuestos en una población con altos niveles de inmunidad no es factible ni necesario”, por lo que las escuelas continuarán excluyendo a las personas que tengan síntomas o una infección conocida de COVID-19, y el período de aislamiento permanecerá de 5 días con una recomendación adicional de 5 días del uso de cubrebocas.
OHA recomienda que las escuelas continúen enviando notificaciones a sus alumnos y personal cuando exista una posible exposición.
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