El viernes 11 de febrero, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) actualizaron su guía de vacunación contra la COVID-19 para personas con inmunodepresión moderada o grave. La nueva guía reduce el tiempo de espera para recibir una dosis de refuerzo (cuarta) de una vacuna de ARNm (Moderna o Pfizer) de cinco a tres meses en personas inmunodeprimidas. En otras palabras, si está inmunodeprimido y recibió su tercera dosis hace más de tres meses, es hora de su refuerzo.

Para personas inmunodeprimidas que hayan recibido la vacuna Johnson & Johnson, los CDC recomiendan una dosis adicional de una vacuna de ARNm al menos 28 días después de la dosis inicial, luego una dosis de refuerzo dos meses después. (La dosis de refuerzo puede ser cualquiera de las tres vacunas, pero son preferibles las de ARNm).
Para niños de 5 a 11 años con inmunidad comprometida, los CDC recomiendan una (tercera) dosis adicional de la vacuna Pfizer, pero a partir de este momento no se autoriza una (cuarta) dosis de refuerzo.
En las personas inmunodeprimidas, una serie de vacunas primarias puede no ser suficiente para fortalecer el sistema inmunitario. Es por eso que el año pasado se recomendó a las personas inmunocomprometidas que recibieran una tercera dosis de la serie primaria de una vacuna de ARNm. “Cuanto más se expone uno a un virus, o a una proteína viral importante, más capaz es su sistema inmunológico de combatirlo”, dijo el Dr. Paul Cieslak, director médico de enfermedades transmisibles e inmunizaciones del Oregon Health Authority. “Esa dosis extra a menudo le da al sistema inmunitario el impulso adicional que necesita”.
Luego, los CDC recomendaron una cuarta dosis, o refuerzo, para las personas inmunodeprimidas. Pequeños estudios en personas inmunocomprometidas han demostrado que cuando se administra una dosis de refuerzo de uno a tres meses después de completar la serie de vacunas primarias de tres dosis, el sistema inmunitario responde muy bien.

“Una dosis de refuerzo puede hacer que su respuesta inmunológica vuelva al punto en donde se encontraba o incluso mejore”, dijo Cieslak. “Los datos muestran que esto es especialmente importante con la variante Ómicron”.
Cieslak recomienda que, además de vacunarse y reforzarse, las personas inmunodeprimidas deben practicar una buena limpieza de manos, mantener la sana distancia y evitar alimentos como carnes, huevos o mariscos crudos.
“¡Pídale a sus seres queridos y a cualquier persona con la que pase mucho tiempo que también se vacunen!”, dijo Cieslak.
Se considera que las personas están moderada o gravemente inmunodeprimidas si:
- Están recibiendo tratamiento oncológico activo
- Son receptores de trasplantes de órganos o toman medicamentos para inhibir el sistema inmunitario
- Son receptores de trasplantes de células madre (en los últimos dos años) que toman medicamentos para suprimir el sistema inmunitario
- Han sido diagnosticados con inmunodeficiencia primaria moderada o grave (como el síndrome de DiGeorge o el síndrome de Wiskott-Aldrich)
- Experimentan una infección por VIH avanzada o no tratada
- Están recibiendo tratamiento activo para condiciones que requieren altas dosis de corticosteroides u otros medicamentos que pueden suprimir su respuesta inmunitaria
Estas personas deben hablar con su proveedor de atención médica sobre su condición médica y preguntar si es apropiado recibir una dosis primaria adicional.
Según sea el caso, los proveedores que atienden a pacientes con inmunodepresión moderada o grave pueden administrar vacunas de ARNm contra la COVID-19 fuera de los intervalos de dosificación de la FDA y los CDC según su juicio clínico cuando los beneficios de la vacunación superen los riesgos potenciales y desconocidos.