Actualización 7 de julio de 2022: El Arco del Condado de Lane ofrece clínicas de vacunación sensoriales para niños desde los 6 meses de edad. Consulta aquí las fechas de los eventos hasta 2022.
Para los dos hijos de LeAndra Schneider, que tienen autismo, hacer fila en un evento de vacunación contra el COVID-19 puede ser abrumador. Su hijo se pone ansioso cuando hay mucha gente, y su hija a menudo tiene tanta energía que puede esperar cualquier cosa -especialmente algo que la ponga nerviosa- puede ser un desafío.
Pero en la clínica sensorial de vacunas de The Arc del condado de Lane, las necesidades de ambos niños fueron cubiertas fácilmente. El lugar más pequeño ofrecía un espacio más tranquilo y silencioso para su hijo, y los juguetes y actividades ayudaron a su hija a soportar la espera.
“Era un ambiente muy tranquilo. Les dieron cajas de jugo, había comida, [el evento] no tenía ese ambiente clínico abrumador”, dijo Schneider.
Joshua, el hijo de 14 años de Schneider, recibió su primera dosis en una clínica al exterior con acceso a vehículos en el Autzen Stadium en Eugene. Su hija de 9 años, Kalen, recibió su primera dosis en el sitio de vacunas de Lane County Fairgrounds, la cual se llevó a cabo en una sala grande con mucho eco y largas filas. Eso puede funcionar para la mayoría de los niños, pero el ruido y las multitudes pueden causar molestias rápidamente en los niños con ciertas discapacidades.
“Hay una brecha real en los esfuerzos para la vacunación en los últimos meses para llegar a la comunidad de discapacitados”, dijo Todd Woodward, coordinador de divulgación en The Arc, del condado de Lane, una organización nacional que aboga por las personas con discapacidades.
Recibir una vacuna puede asustar a algunos niños o adultos, pero aquellos con discapacidades físicas, intelectuales o del desarrollo enfrentan desafíos únicos para encontrar y recibir una vacuna contra el COVID-19.
La percepción sensorial
Como adulto autista, con un niño autista, Woodward dice que tiene una comprensión única de lo que puede afectar a un niño y a un adulto. Describió la “percepción sensorial” de una persona, o la cantidad de estimulación sensorial que uno puede manejar con calma antes de sentirse abrumado. Eso podría ser ruidos, sonidos, olores, la cantidad de personas alrededor o incluso tipos específicos de iluminación.
Woodward y los organizadores eligen lugares con una carga sensorial mínima. Eso significa espacios más pequeños donde los sonidos no harán demasiado eco y aquellos con iluminación no fluorescente (las luces fluorescentes pueden parpadear y ser demasiado estimulantes). También significa menos gente y sin filas. En cambio, los niños y sus familias pueden esperar en un área llena de actividades y refrigerios.
“Los niños pueden relajarse y asociar la vacunación con algo positivo en lugar de algo negativo”, dijo Woodward.
Vacunarse
Cuando llega una familia o un cuidador con un niño, esperan en una habitación llena no sólo de juguetes y refrigerios, sino también de herramientas para bloquear la estimulación sensorial. Estos incluyen auriculares con cancelación de ruido y una carpa de tela colgante llamada HugglePod donde los niños pueden escapar de algunas de las luces brillantes y sentirse seguros.
A los niños también se les ofrecen “bolsas sensoriales” llenas de golosinas y juguetes para cuando se sientan ansiosos o necesiten liberar energía.
Ningún niño está obligado a recibir una vacuna. Si un niño se pone demasiado nervioso o abrumado, o expresa que no quiere vacunarse, el padre o cuidador puede reprogramarlo para otro día.
Para LeAndra Schneider, el ambiente único realmente ayudó. “Realmente aprecié que las clínicas sensoriales sean un poco más tranquilas, que tengan menos gente y que haya espacio para que mis hijos sean niños”, dijo Schneider.
Si está interesado en asistir a uno de los próximos eventos de vacunación sensorial del condado de Arc Lane, consulte esta página web. Para obtener más información sobre las clínicas sensoriales, vea el video (en inglés) a continuación.