Ahora que la mayoría de los requisitos de cubrebocas para interiores y otros requisitos de salud pública se han levantado en Oregon, lidiar con el COVID-19 está cambiando la toma de decisiones a nivel personal y comunitario. Esta noticia ha sido un alivio para muchos, especialmente para aquellos que están vacunados y cuentan con sus refuerzos y desean retomar sus interacciones sociales previas a la pandemia. Para otros, incluso con precauciones personales como vacunarse o seguir usando el cubrebocas en interiores con personas, contraer COVID-19 aún puede conllevar riesgos significativos.
Específicamente, una condición llamada COVID prolongado, en la que las personas no se recuperan por completo de una infección inicial de COVID-19, puede causar una variedad de síntomas que continúan meses después del tiempo de recuperación típico.
Los síntomas del COVID prolongado pueden incluir:
- Fatiga
- Incapacidad para concentrarse (“neblina mental”)
- Dolores de cabeza
- Fiebre
- Síntomas gastrointestinales
- Problemas de sueño
- Dolor en las articulaciones o los nervios que puede durar semanas o meses
- Dificultad para respirar
- Aumento de la gravedad de los síntomas después de tener actividad mental o física (conocido como malestar post-esfuerzo)
- Ansiedad o depresión
Investigaciones recientes muestran que las personas que han sido vacunadas contra el COVID-19 tienen menos probabilidades de desarrollar síntomas prolongados de COVID-19; sin embargo, la posibilidad sigue ahí. Y si estos u otros síntomas interrumpen la capacidad de una persona para hacer su trabajo, la ley federal permite que esa persona solicite adaptaciones por parte de su empleador para ayudarle.
COVID-19 prolongado y la Ley de Estadounidense de Discapacidades (ADA)

Aprobada como ley en 1990, la ADA (por sus siglas en inglés) protege a las personas con una discapacidad física o mental que limita significativamente una o más actividades importantes de la vida cotidiana, como:
- Hablar
- Ponerse de pie
- Levantarse
- Concentrarse
- Funciones sensoriales como ver, oír, y otras
Las adaptaciones típicas de la ADA pueden incluir: ajustar la estación de trabajo de un empleado, permitir el trabajo remoto, crear un horario de trabajo flexible o tener plazos más amplios para proyectos. Según la ADA, los empleadores con 15 trabajadores o más deben ofrecer adaptaciones razonables para sus empleados con discapacidades.
El procedimiento para buscar adaptaciones en el lugar de trabajo puede diferir de un empleador a otro. Si tiene síntomas de COVID prolongado que interfieran con su capacidad para trabajar, puede comunicarse con la Oficina de Trabajo e Industrias de Oregon (BOLI, por sus siglas en inglés). BOLI tiene recursos que ayudan a explicar los derechos de los trabajadores con discapacidades. También puede encontrar más información en la Red Nacional de ADA (sitio únicamente en inglés), los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) y el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (sitio únicamente en inglés).
Estar vacunado y contar con sus refuerzos sigue siendo la mejor manera de prevenir el COVID prolongado pues reduce enormemente el riesgo de contraer COVID-19. Si usted está buscando dónde obtener una serie inicial de vacunas o una dosis de refuerzo, consulte esta lista de sitios de vacunación de gran volumen en Oregon o visite Vacúnese Oregon para más opciones cerca de usted.