COVID-19 prolongado: 5 datos sobre esta enfermedad crónica protegida legalmente


Desde el comienzo de la pandemia por COVID-19, millones de personas en los Estados Unidos y en todo el mundo han experimentado síntomas continuos o nuevos después de semanas o meses de haber tenido una infección por COVID-19. Aunque aún no se comprende completamente, esta condición se conoce como COVID-19 prolongado.

Ahora, tres años después, los investigadores están comenzando a comprender lo que hace el COVID-19 hace al cuerpo a largo plazo y están encontrando formas de combatir sus efectos.

En un seminario web que se realizó el 5 de octubre, tres expertos en el campo médico y de carácter representativo, dieron una presentación sobre el COVID-19 prolongado y respondieron a las preguntas de sus espectadores. En el panel estuvo el Dr. Aluko Hope, profesor asociado de cuidados pulmonares y críticos en la Universidad de Ciencias y Salud de Oregon (OHSU, por sus siglas en inglés) y el director del programa de Covid Prolongado de OHSU; Dylan Morgan, gerente de asistencia al empleador en la Oficina de Trabajo e Industrias (BOLI, por sus siglas en inglés); y Emily Cooper, directora legal de Disability Rights Oregon (DRO, por sus siglas en inglés).

Puede ver el seminario web en inglés completo aquí.

Aquí le damos los cinco puntos más relevantes del seminario:

  1. El COVID-19 prolongado puede presentarse de diferentes formas. La mayoría de las personas que viven con COVID-19 prolongado tienen ciertos síntomas en común, como la fatiga. En particular, muchas personas experimentan “malestar post esfuerzo”, que se refiere a una fatiga extrema después de que una persona realiza cualquier actividad física, incluso una actividad tan pequeña como levantarse de la cama o caminar por una habitación.Más allá del cansancio, el COVID-19 prolongado puede manifestarse en muchas zonas del cuerpo.“ Cuando hablamos de COVID prolongado, en realidad estamos hablando de un síndrome de muchos síntomas y sistemas dañados después de haber tenido COVID-19”, dijo el Dr. Hope. Algunas personas pueden sentirse fatigadas y enfermas todo el tiempo. Otros pueden tener brotes periódicos y algunas personas pueden experimentar problemas gastrointestinales, dolor en las articulaciones y los nervios o palpitaciones cardíacas rápidas en lugar de fatiga. Otros desarrollan una condición conocida como “neblina mental” que puede afectar severamente la función cognitiva. Una persona con neblina mental podría tener dificultades para concentrarse en las tareas laborales, pero por lo demás puede vivir normalmente día a día, mientras que otra persona podría confundirse y no poder conducir más.

  2. Ya sea que su enfermedad de COVID-19 haya sido leve o grave, aún puede desarrollar COVID-19 prolongado. Si una persona fue hospitalizada por una enfermedad grave por COVID-19, aumentan sus posibilidades de experimentar síntomas persistentes, como la fatiga. Pero incluso las personas con síntomas leves pueden desarrollar síntomas nuevos o más graves en las semanas siguientes a la recuperación de una infección por COVID-19. Aunque hay alguna evidencia de que estar vacunado contra el COVID-19 reduce ligeramente la probabilidad de experimentar COVID-19 prolongado, quienes están vacunados aún pueden desarrollar la afección.

  3. De acuerdo a la ley de Oregon, los empleados pueden tener derecho a 12 semanas de ausencia según la Ley de Licencia Familiar de Oregon (OFLA). La ley se aplica solo a los empleadores con al menos 25 trabajadores, y los empleados deben estar en la nómina durante al menos 180 días (6 meses) para ser elegibles para esta licencia. Si un empleado tiene síntomas prolongados de COVID-19 y no puede trabajar, o si está cuidando a un familiar con síntomas prolongados de COVID-19, puede tomar hasta 12 semanas de licencia protegida. “Usted no debería tener que elegir entre su trabajo y estar saludable, o ayudar a su familiar inmediato a estar saludable”, dijo Dylan Morgan de BOLI. Un empleado puede tomar esas semanas seguidas o distribuirlas. En el caso de presentar COVID-19 prolongado, algunas personas pasan por períodos en los que es posible que no puedan trabajar, así como períodos en los que se sienten bien. OFLA permite a las personas tomar una licencia protegida cuando más lo necesitan. Los empleados que deseen recibir la licencia OFLA deben cumplir con una “necesidad justificada”, como una condición de salud crónica u otra condición de salud que lo amerite. La ley no exige que se le pague al empleado durante estas 12 semanas, pero protege el trabajo del empleado para cuando pueda volver a trabajar. Lea más sobre OFLA en el sitio web de BOLI.

  4. Las personas que viven con COVID-19 prolongado están protegidas por la Ley Estadounidense de Discapacidades (ADA, por sus siglas en inglés). Según ADA, una discapacidad se define como una condición médica que afecta una o más actividades importantes de la vida. Estas actividades pueden incluir (pero no se limitan a) respirar, caminar, hablar, dormir y trabajar. Cualquier persona que experimente síntomas que interrumpan cualquiera de estas actividades importantes de la vida puede solicitar adaptaciones laborales según ADA, y su empleador debe cumplir razonablemente. “Si nota que tiene dificultades para hacer cosas como pensar, respirar, pararse, todo eso está protegido por leyes estatales y federales”, dijo Emily Cooper, de DRO. El COVID prolongado puede causar dificultad para respirar y fatiga, así como una condición llamada “neblina mental” que dificulta el pensamiento y la concentración. La afección también puede causar problemas gastrointestinales, lo que puede limitar la capacidad para trabajar o realizar otras actividades cotidianas. Debido a los efectos prolongados de COVID en las principales actividades de la vida, como respirar y pensar, alguien que experimente estos síntomas puede solicitar adaptaciones laborales según ADA. Visite el sitio web de DRO para obtener más recursos sobre la ADA y consulte la publicación en nuestro blog de OHA sobre el COVID-19 prolongado y ADA.

  5. El COVID prolongado es una afección crónica que llevará tiempo y paciencia comprender.

    “Solo el hecho de saber que vas a tener problemas con esto es algo para lo que tienes que prepararte”, dijo el Dr. Hope. “Pensar en el COVID-19 prolongado como una enfermedad crónica le permite a las personas estar preparadas para reconocer los factores que lo empeoran [como el malestar posterior al esfuerzo]”. El objetivo del Dr. Hope en el programa de COVID-19 prolongado de OHSU es preparar a los pacientes para que comprendan sus límites y lo que podría causar que sus síntomas se agraven, ya sea estrés, movimiento físico u otra cosa. El Dr. Hope dijo que muchos médicos no están completamente informados sobre el COVID-19 prolongado en este momento, y eso puede dificultar que los pacientes busquen atención. “Parte de su trabajo es abogar por sí mismo”, dijo el Dr. Hope. “Y eso podría significar traer a un miembro de la familia con usted y estar atento a sus síntomas para que cuando encuentre un médico que esté listo para probar algo nuevo, pueda entender a su médico” y poder darle seguimiento a sus síntomas y mejoras.

Aunque todavía no sabemos si el COVID-19 prologado tendrá una cura, la concientización y el tratamiento pueden ayudar a las personas a controlar sus síntomas y tener confianza para defender sus necesidades.